Cómo lidiar con el mal humor.
2017-03-20

Cuando sufres de una enfermedad crónica, debes de cuidar los factores estresantes en tu vida.  Uno de los más complicados de manejar son los malos humores de las personas cercanas a nosotros.  Por lo menos en mi caso, cuando mi marido se enoja por algo, comienza a gritar, a echar culpas y yo me estresaba muchísimo.  Cuando esta situación era prolongada, terminaba en una crisis de lupus.  Tuve que aprender a manejar su carácter y temperamento cambiando mi reacción para que esto ya no me afecte.  A él no lo voy a cambiar, a la que le estresa es a mí.  La que tuvo que cambiar fui yo.  Esta es mi recomendación:

  1. Obsérvate, identifica claramente quién es la persona que te causa estrés y cuando hace qué.  Puede ser tu pareja, tu jefe, un hijo, algún otro familiar.  En mi ejemplo, mi marido cuando grita y se enoja y me culpa porque algo no salió como él quería.
  2. Cuando esté llevando a cabo el comportamiento estresante, observa qué exactamente causa en ti.  Si te da miedo, angustia, culpa, y dónde en tu cuerpo lo sientes.  En mi ejemplo me causaba culpa y miedo.  Siento el miedo en el pecho, como una opresión, y la culpa como algo pesado en el estómago.
  3. Ahora viene la parte complicada.  Pregúntate por que sientes esto.  ¿Hay alguna experiencia del pasado o creencia negativa que tu tengas acerca de ti misma que se te active cuando esto sucede?  Cuando la encuentres, haz conciencia de ella.  En mi ejemplo, lo que me daba miedo era dejar de ser amada, y la culpa era porque yo creía que hacía mal las cosas, que no era suficientemente buena.
  4. Para disolverla puedes utilizar varias opciones.  La más sencilla y que está muy de moda es el Hoponopono.  Repites esta frase con la conciencia del problema:  lo siento (a mi misma por tener esta creencia). Perdóname (a mi misma por haber sufrido tanto tiempo por esta creencia). Te amo (a mi misma, pues a pesar de esto que siento, creo o viví, soy digna de amor). Gracias ( por que la gratitud es el estado vibratorio más alto).  “Lo siento, perdóname, gracias, te amo.”  Repite esta frase las veces que sea necesario. Mientras lo haces, observa como la sensación va desapareciendo de tu cuerpo y el sentimiento de tu mente.  Has esto cada vez que suceda la situación estresante hasta que ya no sientas la emoción negativa.