Devuelve la energía que no es tuya
2016-07-17

En la vida cotidiana nos podemos cargar con el humor, los pensamientos y las preocupaciones de otras personas.  A veces inclusive empezamos a pensar que son nuestros también.  Esta es energía desperdiciada, y nosotros no tenemos energía que desperdiciar.  El siguiente ejercicio es una buena forma de “devolver” aquéllas cosas que no nos pertenecen y que nos pesan:

Tómate 10 minutos de silencio en un lugar cómodo en donde no seas molestado.   Cierra tus ojos y toma algunas respiraciones profundas para centrarte, piensa en tu día, qué sucedió y con quién.  En cada situación observa que estaba pasando fuera de tí y qué sucedió adentro de tí.  Por ejemplo, mi hijo estaba de mal humor y desobediente, eso me hizo sentir frustrada y sin salida.  El humor de mi hijo es suyo, mi reacción ante éste es mía.  No hay nada que pueda hacer para cambiar el humor de mi hijo, él está pasando por sus cosas y tiene que lidiar con ellas.  Mis sentimientos son mi responsabilidad, así que lidio con ellos.  Para lidiar con mis sentimientos, los dejo venir, los reconozco y los siento completamente y los dejo irse, como las olas.  Después imagino a mi hijo frente a mí e imagino su mal humor y desobediencia en un símbolo, lo primero que aparezca, y se lo entrego.  Es suyo y no lo tengo que cargar por él.  Haz esto con todas las circunstancias desagradables que te hayan ocurrido durante el día, tomando lo que es tuyo y lidiando con éso y devolviendo lo que no te petenece a la persona o circumstancia.  Trata de terminar este ejercicio con algo positivo que te haya sucedido durante el día.  Recuérdalo y permítete sentir lo que te haya hecho sentir en todo tu cuerpo, y luego llénate de gratitud por ese hecho.  Quédate con la gratitud y abre tus ojos, siguiendo con tu día.

Este es un buen ejercicio que hacer en la noche antes de dormir, lo puedes mejorar teniendo un cuaderno junto a tu cama y anotando, de eso que te ocurrió en el día, lo que tu tienes que hacer que no terminaste y debes seguir por la mañana.  Escribir tu lista de pendientes facilita sacar esas cosas de tu mente y poder conciliar el sueño.