Conócete a ti mismo: Meditación
2015-09-29

En esta búsqueda de conocerte a tí mismo, hay cosas que puedes hacer para ayudarte.  ¡No es tan fácil esto de “conócete a tí mismo”!  El primer requisito es tener tiempo de relajarte y tranquilizarte para lograr realmente sentirte a tí mismo profundamente, no sólo por encimita, sino en escencia.  Una de las herramientas que te ayudan a hacer esto es la meditación.

La meditación es básicamente un método para tranquilizar la mente de sus preocupaciones cotidianas para que puedas escucharte, observar tus pensamientos y emociones, y sentir tu cuerpo más claramente.  Hay muchas técnicas diferentes, pero ultimadamente la mejor es la que te funciona a tí.  Comparto algunos tipos de meditación que puedes intentar:

  1. Meditación en movimiento: Una caminata tranquila en la naturaleza, una clase de yoga, de tai chi o chi kung, así como bailar rítmicamente en patrones repetitivos (con música rítmica sin líricas).  También las manualidades que no impliquen pensamiento cuentan, como dibujar mandalas, tejer, tocar un instrumento son maneras de sintonizar con tu cuerpo a través del movimiento.  Algunos también cuentan como ejercicio, así que ese es un premio.
  2. Meditación con sonido: Mantras, oraciones, cánticos, y escuchar música también puede ayudar a enfocar la mente y te dan el espacio tranquilo para escucharte.  Este tipo de meditación funciona muy bien si te cuesta trabajo enfocar la mente pero estas demasiado cansado para hacer nada activo.  Puedes sólo sentarte o acostarte tranquilamente con cualquiera de estos métodos mientras tu mente tiene que prestar atención al cántico u oración.
  3. Meditaciones guiadas:  Hay muchas mediatciones guiadas en el mercado.  Utilizan imágenes y descripciones para atratpar a la mente y sacarla de su rutina.  Si tienes el tiempo y te gusta quedarte cómodamente escuchando, ésta puede ser la forma para tí.  Hay muchas meditaciones grabadas o fáciles de descargar del internet, algunas inclusive combinan imágenes y sonido.  La forma de elegir una es escucharla y fijarte como te hace sentir, si te relaja y te da bienestar, si la voz y la música son agradables para tí, y si la duración es la correcta para tus necesidades.
  4. Meditación con objetos:  Estas técnicas te hacen enfocarte en un objeto.  Son meditaciones contemplativas.  Puede ser un mandala, un paisaje inspirador o una imagen religiosa que tenga significado para tí.  También puede ser una vela, una fuente o tu pintura favorita.  El truco es escoger algo en lo que puedas concentrarte.  Si no eres muy visual, es posible que esta técnica no te funcione muy bien.
  5. Meditación en silencio: Es probalemente la más difícil por su simplicidad.  También puede ser la más profunda si la dominas.  Se trata de sentarte cómodamente, en silencio, relajar tu cuerpo, enfocarte en tu respiración y observar todos tus pensamientos pasar e irse, sin involucrarte en ninguno de ellos, observando tus procesos emocionales y de pensamiento desde el lugar del testigo, como si estuvieses viendo una película, desapegado pero conciente en el momento presente (la relajación progresiva con la respiración o la meditación Vipasana).