Se proactivo: Estrés
2015-11-03

El estrés es uno de los estados emocionales modernos más dañinos.  El estrés es causado por un torrente constante de preocupaciones y proyecciones negativas de cosas que no podemos cambiar.  Incluyen todo desde nuestro futuro inmediato, nuestro trabajo y relaciones hasta cuestiones globales, como la crisis de refugiados o la economía.  Nuestras mentes están constantemente recibiendo información, la mayoría negativa, acerca del mundo en el que vivimos.  Eso, más nuestra tendencia a proyectar imágenes negativas para estar preparados para cualquier situación y lograr protegernos, causan que estemos continuamente preocupados, temerosos, en estado de alerta.  Esto es el estrés.  Lo único que puede contarrestar este estado de tensión constante es la relajación consciente, del cuerpo y la mente.  Aquí hay una técnica de dos minutos que puedes utilizar varias veces a lo largo del día, cuando te sientas estresado o cansado:
Relajación a través de la respiración
Cierra tus ojos.  Pon tu atención en tu respiración, exactamente como naturalmente es, sin cambiar nada.  Nota si es profunda o superficial, acelerada o lenta.  Sólo observala, no la cambies.  Siente el aire entrar y salir sin tu esfuerzo consciente.  Cada vez que inhalas, el oxígeno entra a tu cuerpo y te nutre.  Cada vez que exhalas, las toxinas salen de tu cuerpo.  Haz este movimeiento natural extensivo a tu cuerpo.  Toma nota de cualquier area de tu cuerpo que se sienta tensa o incómoda.  Exhala la tensión, inhala relajación.  Haz esto con todas las áreas de tu cuerpo en las que sientas incomodidad.  Después enfócate en tus pensamientos.  Inhala un pensamiento positivo como abundancia o éxito.  Cuando exhales deja ir un pensamiento negativo, como impotencia o esa lista interminable de cosas que hacer.  Haz esto dos o tres veces.  Después hazlo extensivo a tus emociones, inhala una emoción positiva, como felicidad o satisfacción, y exhala una emoción negativa, como frustración o enojo.  Haz esto durante dos o tres respiraciones.  Después regresa tu atención a tu respiración únicamente y nota si cambió en algo.  Sólo observa como es ahora y abre tus ojos para continuar con tu día.