Se ha puesto muy de moda el tema de los pensamientos positivos, de no dejarte caer en emociones negativas, no permitir que los sucesos de la vida te afecten y siempre ser feliz a pesar de todo. Suena maravilloso, pero realmente es imposible de realizar. Los humanos tenemos sentimientos, positivos y negativos. Cuando la vida no va de acuerdo a lo que nosotros planeamos o queremos, o sufrimos pérdidas de cosas o personas que queremos, es lógico que nos afecte y que sintamos enojo, tristeza, frustración, etc.
Esta nueva moda de no sentir cosas negativas lo único que genera es culpa por sentir lo que sentimos, por habernos dejado caer en un estado de ánimo pesimista y una reacción de tratar de esconder lo que estamos realmente sintiendo para no parecer sentimentales o negativos. Hacer esto tiene efectos adversos en la salud emocional y por lo tanto en la física. Parte de amarnos a nosotros mismos es aceptarnos, con todo lo que somos, incluidas las emociones no gratas. Aceptarlas como normales, darles su lugar y su cabida como parte de la experiencia de vida, darles expresión y después soltarlas.
Si nos negamos a sentirlas y las reprimimos por que no están aceptadas socialmente, se quedan en nuestro interior, se enquistan y crecen hasta volverse tóxicas y salen de maneras inesperadas y poco sanas, como en formas agresivas, gritos, depresiones, etc. Moda o no moda, si sentimos algo, lo sentimos y punto. Enfrentémoslo, aceptémoslo y démosle su lugar en nuestra vida, así seremos humanos sanos emocionalmente.