Dicen los místicos de algunas tradiciones que el corazón es el asiento del alma. Científicamente está comprobado que el corazón tiene el campo electromagnético más grande del cuerpo. En meditación es una técnica muy útil centrar la conceincia en el corazón, y cuando tenemos que tomar una decisión es muy clarificador tomarla desde el corazón. En medicina china es el Emperador del cuerpo. He aquí un ejercicio para centrarse en el corazón para tomar decisiones importantes:
- Siéntate o acuéstate cómodamente y cierra tus ojos.
- Toma 3 respiraciones profundas inhalando paz por la nariz y exhalando tensión por la boca.
- Toma conciencia de tu cuerpo, empezando por los pies y subiendo poco a poco por todo el cuerpo relajando cada parte concientemente.
- Ahora, pon tu atención en los latidos de corazón. Si no alcanzas a percibirlos puedes poner tu mano sobre tu corazón para sentirlo.
- Tómate un minuto para agradecer a tu corazón su función, recordando que es el primer órgano que denota vida en el embrión y el último que deja de funcionar cuando morimos. Jamás descansa, más cambia su ritmo según nuestras necesidades. Es el órgano más generoso del cuerpo. Dale las gracias por su incanzable labor. Siente la gratitud invadir todo tu cuerpo.
- Ahora siente el amor. Puede ser hacia algo o alguien o sólo la sensación en sí misma si la tienes identificada y deja que el amor recorra todo tu cuerpo. La gratitud y el amor son las emociones del corazón, así que permítete sentirlas.
- Ahora visualiza una luz rosada dentro de tu corazón. Observa mientras se va haciendo más intensa y luminosa, y va creciendo, desbordándose desde tu corazón hasta cubrirte como en una burbuja rosada.
- Concentra toda tu atención en el centro de tu corazón, en ese lugar donde la luz se origina, el lugar del amor incondicional, puro, constante, reconfortante.
- Una vez que tu conciencia se encuentra aquí, en la luz rosada del amor incondicional, hazle la pregunta a tu corazón de lo que quieras y observa como viene la respuesta sin que tú hagas nada y sin que intervenga tu mente, simplemente escucha, siente, la respuesta del corazón.