Muchas veces nos han dicho que si nos ponemos primero a nosotros mismos, somos egoístas y que eso es malo. Pero ¿qué pasa cuando tienes una enfermedad? Si no te pones a tí mismo primero para estar lo mejor posible en cada momento, tu condición se puede agravar, y entonces, ¿no será ésto peor de egoísta? Si te enfermas más vas a necesitar más atención y cuidados, lo que va a representar, necesariamente, una carga para los demás (aunque lo hagan con todo su amor). Por esto creo yo que debemos de ponernos primero nosotros, y no sólo por no ser una carga, sino porque cuando uno está mal, todo a su alrededor se tiende a descomponer. No podemos llevar a cabo nuestros roles apropiadamente, no podemos valernos por nosotros mismos, nos ponemos de mal humor y es difícil tratar con nosotoros mismos. Es un espiral descendente de salud, actividad, de la vida en general. Mi propuesta: tu eres tu prioridad, cuídate lo más que puedas, di que no cuando no quieras hacer algo, sé egoísta para no ser egoísta. De hecho es una buena manera de explicarlo a los demás: “Estoy siendo egoísta para no ser más egoísta si me enfermo más. Entiende que es lo mejor para todos a la larga.” No sé si me atrevería a decirlo así, pero el mensaje está claro. Tenemos que ponernos a nosotros en primer lugar, para nuestro bien y el de las personas que nos quieren y dependen de nosotros.