Hay algunas definiciones del Lupus como un ataque a tí misma desde lo emocional, como si nos odiaramos a nosotros mismas y quisiérmos “suicidarnos” desde dentro. No estoy de acuerdo. Mientras que las emociones son importantes y tenemos que estar conscientes de ellas, somos tan capaces de amarnos a nosotras mismas como cualquier otra persona, quizá más pues hemos tenido que sobrevivir más cosas que la persona normal. Hemos tenido que hacer ajustes a nuestras vidas que otras personas ni siquiera se imaginan. Hemos aprendido la resiliencia, la paciencia y el perdón a nosotras mismas.
Hemos aprendido que los otros pueden ser insensibles y crueles, y aún así los amamos y perdonamos, sabiendo que lo hacen por ignorancia.
Estos ajustes, esta capacidad de sobrevivir a pesar del dolor constante, de la amenaza real y diaria a nuestra salud es un tributo a nuestro amor propio. Así que estoy en desacuerdo con las definiciones que dicen que somos depresivos y queremos escaparnos de la vida. Si alguien tiene que amanecer cada día y abrazar y amar la vida para poder sobreponernos otro día al dolor y los síntomas a veces paralizantes, somos nosotras. Escape? No creo. Desamor? Seguro no. Entonces propongo esta nueva definición de Lupus: Nuestro sistema inmune está confundido, no quiere atacarnos, es hipersensible y piensa que las amenazas emocionales son iguales a las patológicas reales. Eso sí puedo aceptar: la hipersensibilidad de mi personalidad, que me hace empática y sentimental. Nada más.