Esta semana encontré una revista en cuya portada aperecía Selena Gomez con el título: La Pesadilla de Rehabilitación de Selena. Al leer el artículo, la revista informa que realmente la cantante interrumpió su último tour debido a problemas con el alcohol y la depresión resultantes de su rompimiento con Justin Bieber, y no por los efectos del Lupus. Mientras que no conozco a Selena personalemnete y no puedo comentar qué tanto le pudo haber afectado su rompimiento con Bieber, sí sé que el Lupus causa muchos estragos emocionales y me queda muy claro que es una enfermedad muy poco comprendida.
Aunque los tabloides no quieran creerlo, el tener Lupus no es solamente una afección física, afecta a la persona completa, ya que afecta a todos los sistemas de ésta. Todas las personas que conozco que tienen esta enfermedad, incluyéndome, hemos pasado por periodos de depresión y ansiedad severos. Médicamente no se ha establecido un vínculo entre el estado emocional y la actuación del sistema inmune en el cuerpo, sinembargo sucede. La parte emocional de esta enfermedad es de los aspectos más difíciles de entender, ya que pareciera una montaña rusa de emociones disímiles y encontradas. Podemos estar contentas y romper en llanto a la menor provocación, o tener un ataque de enojo incontrolable por algo aparentemente trivial.
No estamos locas ni somos inestables, sino que a mi parecer, el malestar y el agotamiento que causa a nivel físico esta condición afecta también el estado emocional. Puede parecer que los obstáculos y retos que a una persona sana le parecen pequeños para nosotras resulten insurmontables y pavorosos. Nos hace más sensibles a todo, indudablemente. No es fácil de explicar esta aparente inestabilidad emocional a alguien que no la ha padecido, como es muy claro en la falta de comprensión del artículo de Selena. Quizá, con lo que está hablando de lupus ahora que alguien famoso lo padece, iremos pudiendo educar más a las personas acerca de todos los efectos que tiene esta enfermedad en nuestros seres completos.