Las relaciones cercanas pueden ser muy demandantes de nuestro tiempo y energía. Como pacientes de lupus
tenemos que poner límites claros a las peticiones que nos hacen los demás. Hay cosas que podemos hacer y otras
quenos desgastan y realmente no logramos llevar a cabo. Para esto tenemos que ser honestos con nosotros mismos.
Estar ahí para la familia es importante para mantener relaciones sanas, pero sí tienes que administrar tu energía, así
que negocia con tigo mismo honestamente. Cuáles de las cosas que están en tu lista de quehaceres son
escenciales, cuáles puede llevar a cabo alguien más, y en órden de importancia, qué actividades son más
importantes para tu familia que valen la pena el esfuerzo y cuáles te puedes saltar. Cuando tengas claro qué
puedes y estás dispuesto a hacer, habla con tu familia y amigos. Diles lo que pensaste y cómo te sientes y déjales
saber en que actividades pueden contar contigo (cuando sea posible) y cuáles son un no desde el inicio. Poner
límites de manera amorosa es difícil cuando ya estás al final de tus fuerzas. Pónlos cuando tengas claro en tu mente
lo que sí puedes hacer y lo que no, y habla acerca de tus limitaciones calmada y razonablemente, pero
asertivamente. Ya llevaste a cabo las negociaciones contigo misma, no hay mucho márgen para negociar más con
tus seres queridos. Esta manera de poner límites usualmente obtiene mejores resultados que hacerlo cuando ya no
puedes más.