Las personas con lupus tenemos poca energía. Nos cansamos fácilmente ya que nuestro sistema inmunológico está trabajando extra pues siempre está en alerta o en ataque. Además nuestro cuerpo está constantemente trabajando para reparar los daños que el sistema inmune causa en su entusiasmo exacerbado. Por eso tenemos que ser muy claros en lo que deseamos hacer, no nos podemos dar el lujo de desperdiciar energía en cosas superfluas. Si queremos, además de las exigencias de la vida, hacer algo significativo para nosotros, que es lo más importante para que nuestra vida tenga sentido y propósito, debemos de establecer metas muy claras.
Lo primero es saber qué es lo que nos gusta hacer. Descubrir esa actividad que no depende de nadie más que nos llena de alegría y sentido. Es fácil descubrirlo, es eso que cuando lo haces, todo lo demás pierde importancia, pasa el tiempo sin que lo notes y cuando terminas te sientes pleno y satisfecho. Tómate el tiempo que necesites para descubrirlo. Muchas veces es útil recordar lo que soñabas de niño, cuando la vida no te había dicho que es posible y que no.
Cuando lo tengas, aterrízalo. Dentro de cada sueño existen muchas variantes. Elije una realista para tí, que entre dentro de tu estilo de vida, tus limitaciones físicas, tu tiempo y tu presupuesto. Una vez que tengas esta meta grande pero realista, haz una lista de pequeñas metas que te lleven poco a poco a esa meta grande. Pequeñas metas que puedas ir realizando a tu tiempo y a tu ritmo. Teniendo esta lista, lánzate a cumplir la primera meta pequeña, y cuando la completes, date el tiempo de disfrutarla, de felicitarte, de llenarte del sentimiento de éxito y logro que trae consigo completar lo que te propones. Este tiempo de disfrute te va a dar el enfoque y el empuje para seguir a la segunda pequeña meta, y disfrutando el camino paso a paso más pronto de lo que piensas lo habrás logrado.