Visualización
2016-04-04
Visualizarte a tí mismo logrando lo que quieres ha sido un método probado para alcanzar tus metas.  Visualizarte como quieres pensar acerca de tí mismo y como quieres sentirte es igualmente efectivo.  En esta técnica utilizamos la imaginación, pues nos estamos comunicando con el hemisferio derecho del cerebro, que se encarga de las funciones automáticas del cuerpo.  Esta parte del cerebro no lidia con la lógica ni comprende las palabras, toma sus órdenes en la forma de símbolos y utiliza la imaginación para crear los resultados que deseas.  Es por eso que la visualización funciona tan bien.  En la siguiente visualización se lo más creativo posible, agrega tantos detalles como quieras, hazla divertida y personalizada.  Puedes cambiar cualquier cosa, simbolizar la guerra interna de tu cuerpo como quieras.  Este es un ejemplo de cómo puedes hacerlo, siéntete libre de utilizar esta imagen o inventar la tuya propia.
El general hipersensible
Tómate un momento para ponerte cómoda, toma tres respiraciones profundas y cierra los ojos.
Imagina a tu sistema inmune como el General de tus fuerzas armadas y a tí misma como el Presidente de tu país.  Este general hipersensible y a veces paranoico ha decidido, en un esfuerzo por mantener a tu país (cuerpo) a salvo, lanzar un ataque no autorizado sobre alguna región (órgano) de tu cuerpo.  Imagínate teniendo una conversación con tu General para apaciguarlo.  Después de todo está tratando de proteger a tu país.
-Señor Presidente, he lanzado un ataque contra las Islas Revilagigedo (riñones)
-Mi querido General, porqué ha lanzado usted un ataque contra las Islas? Ellos no son el enemigo, son personas pacíficas que están sólo haciendo lo suyo.
-No señór Presidente, noté actividades irregulares, pensé que eran una amenaza para la seguridad nacional, están siendo bombardeadas ahora mismo.
-Calma General, probablemente sólo estaban celebrando alguna fiesta de la que no estaba usted al tanto, ¿porque no vamos allí y vemos que es lo que realmente está sucediendo?
-¡No señor Presidente, me preocupa su seguridad, es, después de todo una zona de guerra!  Déjeme terminar al enemigo y después puede ir.
-General, yo soy el Presidente, y yo decido con quién tenemos una guerra, vamos a sobre volar la zona para ver lo que está sucediendo realmente.
Imagínate sobre volando las Islas, donde los habitantes pacíficos están siendo atacados por las fuerzas armadas, deja que el General vea que no son el enemigo y después platica con él:
-Observe General como no representan un peligro.  Desista del ataque, deje que los soldados disfruten de las playas y el sol envés.
Observa mientras el General desiste del ataque y les da el día libre a los soldados para disfrutar de la playa.
-Ahora General, aterrizaremos en las Islas, y tomarnos un momento para relajarnos, disfrutarlas, y conocer a los habitantes de las Islas.
Imagínate a tí y a tu General observando la zona, sintiendo el sol en la piel, escucha el silencio, siente la brisa, siéntate con él en la arena a disfrutar un coco fresco y el sonido de las olas.  Quédate ahí un momento disfrutando de la paz y el silencio de un día en la playa.  Deja que te llene ese sentido de paz y disfrute.  Imagina ese sentimiento inundando cada célula y órgano de tu cuerpo, y trayendo esa sensación agradable contigo hasta este momento presente, abre tus ojos.
Puedes hacer este mismo ejercicio cambiando de locación para cada órgano de tu cuerpo, la conversación con el General, todos los detalles.  Usa tu imaginación.  Sólo recuerda que el propósito es tranquilizar al General, conocer la zona diciéndole que no es el enemigo, y sentir placer y gozo en esa zona.  Es importante que la zona que escojas para un órgano tenga alguna relación a ese órgano, ya sea en forma, color, función, etc.  Si te hace sentido a tí le hará sentido a tu mente in