Dieta
2016-03-02
Lo que comes definitivamente te afecta en todo.  Piensa en tu comida como si fueran los ladrillos de los que se construye tu cuerpo, si los ladrillos son de mala calidad, tu edificio, o sea tu cuerpo, será frágil y suceptible al estrés ambiental.  Trata de comer sano lo más posible.  También toma en consideración que los químicos en la comida pueden ser agravantes para el lupus (por ejemplo el aspartame ha sido relacionado en muchos estudios como detonador de síntomas de lupus), por eso recomiendo la comida orgánica lo más posible, sin que lo que comes llegue nunca a ser una fuente de estrés.  ¡El estrés es peor para el lupus que la comida chatarra!
   También ten cuidado con las alergias alimenticias.  Si sospechas que tienes alguna alergia alimenticia, la manera más fácil de darse cuenta es haciéndo una dieta blanda de 1 a 3 días (basada en arroz blanco),  e ir introduciendo los alimentos sospechosos uno a uno cada 2 o 3 días.  Si con algún alimento te sientes mal, es muy posible que estés teninendo una reacción alérgica a éste y debes sacarlo de tu dieta.
   Las comidas más alergénicas son las fresas, el huevo, el chocolate, el café, el gluten (pan, pastas, cerveza, etc.) y la lactosa (derivados de la leche).  Si comes cualquiera de estas cosas y te sientes bien, continúa comiéndolo, si te sientes mal, déjalo.  Puedes ser alérgico a cualquier alimento, así que observate con detenimiento, siente que efectos tienen los diferentes alimentos en tí y modifica tu comportamiento de acuerdo a ésto.
   No existe una dieta perfecta para todos, así que tú deberás construir tu mejor dieta dependiendo de cómo te hagan sentir las diferentes opciones.  Al final tu cuerpo es diferente a de todos los demás y tu eres el mejor juez de lo que es bueno para tí.
Tomado del libro: Befriending the Wolf: The Guide to Living and Thriving with Lupus, pronto a la venta en su versión electrónica.  Traducido por la autora Milly Diericx