El reto es este.  Mantener el centro a pesar de lo que suceda afuera. Los místicos comúnmente se retiran del mundo a monasterios o a vivir como ermitaños en la naturaleza para lograr ese estado de paz interior, pero ¿que les sucedería si regresaran al mundo, tuvieran una pareja, hijos, un trabajo para mantenerlos, tuvieran que lidiar con los problemas políticos, económicos, internacionales, el tráfico, las fiestas, vieran las noticias?  Horror.  Es bastante más fácil alcanzar la paz interior en la soledad, en comunión con la naturaleza, meditando todo el día.  El reto verdadero es hacerlo aquí insertos en el mundo moderno, loco, muchas veces incomprensible, acelerado, lleno de juicios de valor y de cosas que hacer.  Así que los invito a tomar el reto, a tratar cada día más de mantenernos en paz interna en el caos de la vida.