Es sabido que la actitud positiva, la esperanza, el optimismo son importantísimos en la recuperación de una enfermedad. Pero, ¿cómo mantenemos el buen ánimo cuando nos sentimos mal?. No es nada fácil. Cuando el cuerpo está adolorido y la sensación interna es de malestar, la tendencia mental es a la depresión, la tristeza y la desesperanza. Así que hay que pensar lo menos posible en la enfermedad, distraerse con otras cosas agradables. Por ejemplo, a mí me gustan las series y las películas. Cuando me siento muy mal, pongo algo realmente entretenido y positivo.