Cuando uno ha estado enfermo sabe esto en lo más profundo de su ser. Todo lo demás pierde importancia cuando nos sentimos mal. No importa cuan hermosa sea nuestra casa, nuestro coche, ni posesión alguna si no la podemos disfrutar porque estamos llenos de dolor. Lo más importante, entonces, es la salud y todo lo demás entra en segundo plano. Cuidar de nuestro cuerpo es un proyecto de vida. Tenemos que estar siempre atentos a él, a sus necesidades, a sus síntomas. Es nuestro instrumento de disfrute y de acción en el mundo, así que hay que mantenerlo bien, sano. Hay muchas maneras de hacer esto, pero las más importantes de hacer diario son: comer bien y sanamente 5 veces al día; hacer ejercicio por lo menos media hora diaria; dormir bien, por lo menos 8 horas; beber agua limpia, por lo menos un litro y medio al día. Con estos hábitos simples y muy conocidos estamos en un buen inicio para una buena salud.