Cuando los Españoles llegaron a México, los indígenas no podían ver las carabelas.  Sólo veían hombres extraños llegar a sus playas y no podían ver de dónde venían.  Cuando llegó el médico brujo, y vio las embarcaciones, se las describió a sus compañeros, y fue hasta entonces que los demás pudieron verlas.  Esta historia sirve para recordarnos que sólo vemos aquello para lo cual tenemos una referencia, si no hay referencia o apertura para crearla, no vemos lo que está frente a nosotros.  Así mismo, cuando tenemos una creencia acerca del mundo, ésta es nuestro marco de referencia, y vamos a ver y experimentar sólo lo que entre dentro de este marco de referencia mental.  Así, vivimos lo que creemos.  En la época moderna se diría que es una profecía auto cumplidora, como diría Henry Ford, si crees que puedes o si crees que  no puedes, tienes razón. Así que tengamos cuidado con lo que creemos, pues eso es lo que viviremos.